En España en los años veinte nacieron los primeros clubes de radioaficionados y las primeras revistas radiofónicas. En febrero de 1924 se creaba la Asociación Nacional de Radiodifusión de Barcelona. Progresivamente nuevas sociedades de radioaficionados se fueron constituyendo en muchas capitales, que pocos años más tarde impulsarían la creación de esas emisoras en las respectivas ciudades. (Radio Club de Vizcaya y Radio Club Sevillano ). La primera emisora de radio que emitía con cierta constancia comenzó su trabajo en el último semestre de 1924. Su nombre, Radio Ibérica, denominaba también a la empresa que la creó.
En un principio la programación de radio se reducía a música, a algunas conferencias de divulgación cultural y científica y a la información meteorológica aunque poco más tarde la oferta aumentó y se hizo más variada: Boletines de noticias conciertos, jazz, programas infantiles e incluso una emisora, Radio Libertad, organizó el primer concurso en el que se ofrecía un premio a quien acertara el nombre de las intérpretes de unos cuplés radiados. La radio levantaba pasiones entre la población. Los gobiernos tardarían poco tiempo en darse cuenta de la gran importancia de este nuevo medio. Hasta entonces la prensa había sido el único medio de comunicación para las grandes masas, pero el nacimiento de la radio necesitaba urgentemente de una regulación, para evitar que se les escapase de las manos. Además no se podían perder la oportunidad de llegar a más gente y más territorio. El Directorio Militar de Primo de Rivera convocó ese año 24 la Conferencia Nacional de Telegrafía sin hilos. De esta forma propondrían al gobierno las nuevas normas reguladoras. Los representantes de los Ministerios de Estado, Guerra, Marina, Gobernación, instrucción Pública y Trabajo así como representantes de diversas compañías y entidades: Compañía Nacional de Telegrafía sin hilos, Compañía AEG, Ibérica de Electricidad, Compañía Radio Ibérica, Compañías de Radio telegrafías Francesas, Federación de Radio telegrafistas españoles, la Asociación de la Prensa y el Radio Club de España, entre otros.
Durante el periodo republicano, continuó la preocupación de instalar una red de estaciones que cubriese todo el país.
En la II república la radio se convirtió en un instrumento fundamental de información que se extendía por domicilios, bares y cafés. La participación de los intelectuales y los políticos se fue popularizando hasta hacerse habitual. Las emisoras de radio se acercaban por primera vez hasta los lugares desde donde se producían los mítines: Así, en aquellos años, participaron figuras como Alcalá Zamora, Ortega, Azaña, Bergamín, Melquiades Álvarez, Gil Robles, Gómez de la Serna, Prieto, García Lorca, Besteiro, Araquistián, Macía, Companys y un sinfín de personalidades hablaron entonces por radio.
domingo, 17 de abril de 2011
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